UNA BUENA SAMBA

Dilton Denis Valdivia Huamantingo

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Mi fuerte nunca fue la samba, pero con una buena “dosis” de tutoriales en YouTube sabía que la podía dominar. Para decidir hacer este tipo de viajes no necesitas pensarlo dos veces, ¿Quién no quisiera viajar a una de las ciudades más paradisiacas del mundo, conocer una nueva cultura y estudiar lo que más ama? Los meses de trámites no fueron tan sencillos como el decidir viajar, y hasta debo admitir que en muchos días de esos “papeleos”, me preguntaba: “¿Vale la pena tanto estrés?”. Bueno, valió la pena tanto estrés.

No solo viajé de un país a otro, viajé en el tiempo. Me sentía un niño de 5 años que se sorprende con todo lo que ve, que tiene que estar repitiendo las palabras que escucha para poder aprender el idioma, que tiene miedo y a la vez curiosidad de andar por las calles de ese nuevo mundo que descubre. Es una de las pocas veces donde te alegra darte cuenta que estabas equivocado, pues todo lo que creías de la vida, de las personas, de cómo se debe vivir, no es verdad, o no es la única verdad.

Es difícil llegar a estudiar a un país con otro idioma, con otros métodos de enseñanza y donde la publicidad es un “boom”. No voy a fingir, me aterraba. Tenía unas ganas locas de demostrar lo grande que soy, estaba preparado para la competencia “a muerte” para poder sobresalir entre todos esos futuros publicistas, pero me di cuenta de algo importante: ellos eran buenos porque su fuerza radicaba en su solidaridad. Desde que llegué fueron muy atentos conmigo y me ayudaron a entender las clases, el idioma y la cultura con unos ánimos que parecía que alguien les estaba pagando por hacerlo. Me ayudaron a adaptarme al país y a la universidad de una manera sencilla, cosa que no hubiera logrado sin ellos.

La enseñanza en la universidad me encantó. Aunque su enseñanza no tenía mucho de estrategia, en lo que se refiere a diseño y a creatividad me dejaron sorprendido. El método de enseñanza te ayuda mucho a poder desarrollarte creativamente de una manera que empiezas a respirar publicidad en vez de aire. En la misma universidad tenían una agencia experimental que fue de los que más aprendí. Pude pasar el proceso de selección y ser elegido entre 50 postulantes para entrar a esa agencia. La experiencia fue increíble, el trabajar con personas que piensan completamente distinto a ti, tener que adaptar tus ideas a una cultura distinta a la tuya y el aprendizaje de cada experiencia en la agencia era enriquecedor.

Volví de Brasil con otra visión de la vida. Me di cuenta que la publicidad no puedes aprenderla en 4 paredes. La publicidad se trata de entender a las personas, lo que quieren, sus miedos, sus deseos, sus motivaciones; y eso no lo puedes aprender solo en un libro, lo aprendes saliendo al mundo. La creatividad viene de las experiencias que tengas como persona, mientras más conozcas, más fuentes de inspiración tendrás. Bueno, puedo decir que aprendí a vivir de una forma diferente a la que estoy acostumbrado, que lo que yo conocía como “normal”, no tiene que ser “normal” para todos y que, como escuché por ahí, “viajar es la única cosa que pagas, que te hace más rico”. Pero sobre todo, aprendí a bailar samba de una manera extraordinaria. Eso nadie me lo quita.

BRASIL 3

BERASIL 1

BRASIL 2

 

 

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